La falta de espacio es una de las principales preocupaciones en la gestión de un almacén de logística. Modernizar o rehabilitar el espacio de almacenaje no es tan simple como elegir e instalar un sistema de estanterías industriales. Para calcular correctamente la superficie de almacenaje y diseñar la distribución de los espacios debemos tener en cuenta varios aspectos relevantes. En este post encontrarás todas las claves para medir de forma exacta tu nave industrial y aprovechar al máximo su capacidad de almacenamiento.
Indice de contenidos
Para calcular las dimensiones de un almacén y la capacidad total del mismo debemos tener en cuenta ciertos aspectos:
El cálculo sería el siguiente: Capacidad de almacenaje = (superficie del almacén – zonas no dedicadas al almacenaje) x altura máxima
Elegir las estanterías metálicas adecuadas es fundamental para garantizar la correcta gestión del almacén y organizar el espacio de la forma más eficiente además de segura para los trabajadores.
Dependiendo de la carga nos decantaremos por alguna de las diferentes variedades que existen. Generalmente esto viene determinado por el tipo de producto con el que trabajamos y por la rotación de la mercancía. Gracias a su rápida instalación y la gran variedad de materiales y medidas es posible encontrar la solución de almacenaje adecuada para cada producto, espacio o necesidad.
Las estanterías de gran altura, las estructuras autoportantes o incorporar entreplantas y pasarelas, son algunas de las opciones más interesantes para aprovechar el espacio de la instalación de forma vertical. Esta es una práctica muy utilizada actualmente por las empresas debido al elevado coste del suelo industrial.
Si te decantas por esta opción asegúrate de que las carretillas elevadoras tengan la capacidad vertical de alcanzar este tipo de alturas además de manejar el peso de las cargas. En ocasiones no se tienen en cuenta este tipo de características, pero no deben pasarse por alto en el diseño del almacén.
La distribución de los pasillos es una parte fundamental para la organización del almacén, ya que una buena división y separación de los mismos proporcionará una correcta accesibilidad a las zonas de aprovisionamiento, almacenaje y recogida de mercancía. Los pasillos estrechos son característicos de almacenes automatizados, en ellos se comprime la zona disponible y las máquinas se desplazan de forma automática consiguiendo más espacio.
En ocasiones, es muy común que la falta de espacio tenga su origen en el descontrol o la desorganización del stock. La gestión del inventario es una parte fundamental en la planificación del almacén, ya que de ello dependerá la productividad y la rentabilidad de la empresa. Cuanto más efectivo sea dicho inventario, antes se detectarán posibles errores o productos obsoletos.
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