¿Conoces la importancia que tiene la elegir de manera correcta la ubicación de un almacen?
En este post, exploraremos lo esencial de la localización estratégica de un almacén, y de qué manera puede ayudar a las empresas a mejorar su eficiencia operativa, reducir los costes y aumentar la satisfacción del cliente.
¿Por qué es importante elegir una buena ubicación para el almacén?
La elección de la ubicación correcta del almacén es un aspecto esencial a tener en cuenta antes de su construcción o instalación.
Esta se relaciona de manera directa tanto en el aspecto productivo como en el estratégico, siendo clave para el éxito o el fracaso de un negocio.
En este sentido, existen diferentes factores que hay que tener en cuenta antes de tomar una decisión.
Factores a considerar al elegir la ubicación de un almacén.
- Infraestructura: hay que verificar siempre la disponibilidad y cercanía de infraestructuras necesarias, como carreteras, transporte público, electricidad, agua, etc. Esto puede tener un impacto significativo en la eficiencia y la productividad de la empresa.
- Costes: los que tienen relación con el alquiler de la propia infraestructura, así como con los gastos de desplazamiento, edificación, mano de obra y todos los servicios asociados a la logística del almacén.
- Demanda: a la hora de determinar los puntos de suministro de un almacén no hay que perder de vista la demanda. ¿Es necesario que procedan de varios puntos, o sirve solo con uno centralizado?
- Volumen de las mercancías: así como el tipo de productos o bienes que se quieren almacenar y distribuir. En función de esto, pueden existir instalaciones más o menos adecuadas.
¿Cómo afecta la ubicación a la eficiencia de un almacén?
Algunas de las principales razones por las que es primordial elegir la ubicación más adecuada de unos almacenes son:
- Accesibilidad: una buena ubicación del almacén debe ser accesible para los proveedores, clientes y empleados. Si este se encuentra en una zona alejada o de difícil acceso, se puede perder tiempo y dinero en la entrega de productos y mercancías, lo que afectará la productividad, a la eficiencia de la empresa y a la satisfacción de los clientes.
- Gastos: la elección de la ubicación del almacén también puede afectar los costes de la empresa. Si se ubica en una zona cara, los gastos de alquiler o compra del terreno serán elevados, lo que puede llegar a comprometer la rentabilidad del negocio. Por otro lado, si se ubica en una zona de baja renta, se pueden obtener ahorros significativos en los precios del alquiler o compra del terreno. Eso sí, hay que tener siempre en cuenta la relación de este factor con la calidad de la zona en cuanto a conexiones, por ejemplo.
- Satisfacción de los clientes: si el almacén se localiza cerca de los potenciales clientes, se pueden reducir los costos de envío y entrega de los productos. Esto también puede mejorar la velocidad de entrega y aumentar la satisfacción del cliente.
Hoy en día podemos encontrar multitud de ejemplos de empresas que han sabido beneficiarse de una localización estratégica de sus almacenes. Algunas de las que más destacan son:
- Amazon: no hay ninguna duda de que Amazon es, hoy en día, una de las corporaciones más grandes de todo el planeta. Su éxito dentro del comercio digital se debe, en gran medida, a que sus almacenes se ubican no solo cerca de los principales núcleos de población, sino también en zonas con conexiones estratégicas. Esto les permite realizar envíos de una manera eficiente y rápida.
- Apple: uno de los mayores gigantes tecnológicos. En este caso, sus almacenes suelen encontrarse bien conectados y comunicados con sus tiendas minoristas, ofreciendo una provisión rápida y segura. De igual forma, también se localizan en núcleos urbanos clave.
¿Cuándo considerar mover un almacén?
Existen diversos motivos que pueden llevar a una empresa a querer mover de ubicación sus almacenes.
Hay que tener en cuenta que, aunque en un principio la instalación escogida inicial puede ser positiva y funcionar de manera óptima, con el tiempo los negocios y el mercado van cambiando, desencadenando nuevas necesidades logísticas.
De este modo, algunas de las razones que pueden llevar a buscar la relocalización de los almacenes son:
- Expansión del mercado: es decir, que la empresa haya crecido exponencialmente, y con ella la necesidad de disponer de más espacio de trabajo y almacenamiento.
- Reducción de costes: el mercado fluctúa, y con él los precios de transporte y de manejo. En ciertos momentos, puede compensar el cambio de centro logístico ante la subida de los costes de envío desde el lugar actual de operación.
- Nuevos productos: al crecer, muchos negocios deciden comenzar a trabajar con nuevos productos y mercancía. Cuando esto ocurre, a veces es necesario buscar instalaciones más óptimas para ello.
En general, la ubicación estratégica de un almacén es un aspecto fundamental para el éxito de la cadena de suministro y la logística de cualquier empresa.
La elección del emplazamiento adecuado puede marcar la diferencia en términos de eficiencia, costes y satisfacción del cliente.
Además, al tomar una decisión informada sobre este aspecto, se pueden mejorar las operaciones logísticas, aumentar la rentabilidad y mantenerse competitivos en un mercado cada vez más exigente.