La organización eficiente de un almacén puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso en la logística moderna. En este contexto, surge una pregunta esencial: ¿qué es un rack? Este elemento se ha convertido en una pieza fundamental en la gestión y optimización de espacios de almacenaje.
Actualmente, los racks de almacenaje son sistemas metálicos ampliamente utilizados en los almacenes de numerosos sectores industriales. Su evolución en los últimos años ha sido significativa, pasando de racks manuales a estanterías dinámicas y versátiles. Estas soluciones cumplen dos funciones claras; organizar la mercancía y asegurar un control más preciso del inventario y los flujos de trabajo en el almacén.
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Importancia de los racks en el almacenamiento ordenado
Los sistemas de racks están diseñados para soportar cargas con distintas características, como variaciones en peso y volumen. Su principal propósito radica en garantizar un almacenamiento ordenado especialmente en almacenes de alta rotación, donde la movilidad de las mercancías debe ser ágil y efectiva.
Sin embargo, ¿por qué son realmente importantes? Veamos algunos de los principales beneficios de las estructuras de rack:
Optimización del espacio: los racks permiten aprovechar al máximo el espacio vertical, liberando áreas para la circulación y mejorando la organización del almacén.
Eficiencia operativa: facilitan un acceso rápido y ordenado a los productos, lo que reduce tiempos de búsqueda y mejora la productividad en las operaciones diarias.
Adaptabilidad a diferentes necesidades: existen racks diseñados para soportar cargas de distintos pesos y volúmenes, adaptándose a las necesidades específicas de cada tipo de inventario.
Seguridad: proveen una estructura segura para almacenar productos, evitando riesgos de daños o accidentes que puedan ocurrir en un entorno desorganizado.
Fácil mantenimiento y reparación: en caso de daño o deterioro, los racks son fáciles de reparar o reemplazar, minimizando las interrupciones en el flujo de trabajo.
Tipos de racks para almacenes
En función del tipo de almacén y la industria, se pueden considerar los siguientes tipos de racks más comunes:
Racks estándar. Es el modelo más utilizado, y se distingue por contar con pasillos intermedios que permiten el acceso a la mercancía desde ambos lados de la estructura metálica.
Racks de pasillo estrecho. Se tratan de pasillos estrechos para optimizar el espacio disponible.
Racks compactos. Estos sistemas se caracterizan por ser móviles y no contar con pasillos fijos. Para acceder a las mercancías, es necesario desplazarse a lo largo de unos raíles.
Racks de doble profundidad. Ofrece la ventaja de disponer de dos niveles de almacenamiento uno sobre el otro. Sin embargo, su principal inconveniente es que, para acceder a los productos ubicados en el nivel trasero, es necesario retirar primero los que se encuentran en la parte frontal.
Racks dinámicos. Incorporan rodillos inclinados que permiten que los productos se deslicen hacia adelante automáticamente. Funcionan bajo el principio FIFO.
Racks Drive In (LIFO). Es un tipo de rack compacto diseñado principalmente para movilizar estanterías de palets. Su funcionamiento requiere el uso de una grúa, lo que lo hace ideal para almacenar productos de baja rotación, donde el acceso frecuente no es prioritario.
Racks Drive Through (FIFO). A diferencia de los Drive In, estos racks facilitan el flujo de productos en un sistema FIFO (Primero en Entrar, Primero en Salir).
Racks Cantilever. Son ideales para almacenar productos largos o de formas irregulares, como tubos, maderas o acero. Estos racks no tienen estantes horizontales, sino brazos extendidos que permiten un acceso fácil a los productos y optimizan el espacio.
Los sistemas de rack se componen de elementos fabricados principalmente en acero, siguiendo estrictos estándares de calidad. Aquí te detallamos las partes estructurales de un rack básico:
Bastidores: estructuras verticales compuestas por puntales perforados unidos mediante celosía.
Largueros: elementos horizontales que soportan la carga y unen los bastidores contiguos.
Puntales: componentes verticales que forman parte del bastidor, con perforaciones para ajuste de niveles.
Bases: elementos que reparten la carga sobre el piso y permiten el anclaje.
Cómo optimizar un almacén con racks
En primer lugar, el layout o plano del almacén logístico es una de las tareas prioritarias para conocer de primera mano el desplazamiento de los productos. De esta manera, se organiza y se establece un orden de manipulación a tener en cuenta en la entrada y salida de la mercancía.
Otros de los consejos que sugerimos para optimizar la estructura del rack son:
Evalúa el tipo de productos que vas a almacenar (peso, volumen, rotación, condiciones especiales como temperatura o humedad).
Considera la altura del almacén para maximizar el uso del espacio. Instalar racks más altos puede incrementar significativamente la capacidad sin necesidad de ampliar el área.
Planifica pasillos con el ancho adecuado para permitir el fácil acceso de las carretillas y personal.
Asegúrate de que los racks sean instalados por profesionales y cumplan con las normativas de seguridad.
Diseña la distribución pensando en posibles cambios o expansiones del almacén. Tener un plan flexible puede evitar costos adicionales en el futuro.