Seguro que ya tienes una noción de lo que es la trazabilidad de un producto, un concepto que ha cobrado una importancia sin igual en la era contemporánea de la producción y el comercio. De hecho, en un entorno donde los productos circulan a través de complejas cadenas de suministro a nivel global y los consumidores demandan cada vez más transparencia y seguridad en sus compras, mantener un registro preciso de la cadena de suministro se ha convertido en un elemento crítico.
En este post, exploraremos a fondo este término y cómo afecta a la calidad, seguridad y confiabilidad de los productos que llegan a nuestras manos. Además, una vez que comprendas cómo realizar la trazabilidad de un producto, podrás desarrollar estrategias para evitar situaciones inesperadas, como la rotura del stock, y diseñar un sistema de almacenaje adecuado para productos perecederos.
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La trazabilidad de un producto implica el seguimiento constante de dicho producto, desde su fase de fabricación hasta su distribución y entrega al cliente. En otras palabras, se trata de rastrear y supervisar registros minuciosos que proporcionen información sobre el origen, la fabricación, el procedimiento y la logística de distribución de un producto.
Para realizar la trazabilidad de un producto es importante disponer de herramientas que simplifiquen este procedimiento, como, por ejemplo, el código SKU (Stock Keeping Unit). Tal como sugiere su nombre, se trata de códigos de identificación de inventario que se utilizan para supervisar y administrar la cantidad de productos en los almacenes. Es una alternativa recomendada para mejorar la eficacia de los procesos logísticos y evitar el problema del sobrestock.
La hoja de trazabilidad de un producto es un documento que registra y aporta información relevante sobre el ciclo de vida de dicho producto, desde sus materias primas hasta el recorrido de la entrega final al cliente. Esta herramienta es fundamental para asegurarse de cumplir con las regulaciones y estándares asociados al control de calidad.
Generalmente, este documento se compone de ciertos datos necesarios, como son:
Por su parte, las etiquetas de procedencia y destino no solo se limitan a ser simples medios de comunicación que ofrecen información crucial del producto al transportista o consumidor; también aportan ventajas tangibles a lo largo de toda la cadena de suministro, beneficiando a los diversos actores involucrados en su comercialización. Se consideran simplemente como el carnet de identidad de cada producto.
¿Qué significa lote en un producto? Sin duda, es otro de los conceptos que suelen aparecer con asiduidad cuando se habla de la trazabilidad y, en términos generales, hace referencia al conjunto de productos con las mismas características que se producen de manera conjunta. Normalmente, se les suelen asignar un código o identificador único, a través del cual se pueden reconocer con facilidad el origen y la fecha de fabricación.
De este modo, se pueden localizar y rastrear los artículos con posibles contaminaciones o con defectos en la línea de producción para así ser retiradas el mercado en caso de ser necesario.
Actualmente, la trazabilidad consta de tres puntos de vista:
La trazabilidad alimentaria tiene un gran peso en la seguridad alimentaria. Este sistema permite un seguimiento exhaustivo de un producto alimenticio a lo largo de todo su ciclo, abarcando desde su punto de partida hasta su destino final. Su propósito es asegurar que los clientes reciban productos de la más alta calidad.
Tomemos un ejemplo: si en un restaurante se presenta un caso de intoxicación vinculado a un alimento, como podría ser la carne, es natural plantearse preguntas como: ¿cuál ha sido la raíz del problema? ¿Fue un error en las condiciones de almacenamiento o posiblemente una cuestión relacionada con la alimentación del animal desde el principio? La trazabilidad proporciona información que puede arrojar luz sobre estas inquietudes y otras incógnitas. Sin embargo, en este caso es importante destacar que se requerirá tiempo y una investigación meticulosa para determinar con precisión el origen del problema.
En lo que respecta a la trazabilidad industrial, se requiere proporcionar toda la información disponible acerca de las materias primas y el origen de los productos fabricados y vendidos. Cada componente, repuesto o conjunto de materias primas debe ser minuciosamente evaluado y debidamente identificado. De esta manera, es posible detectar posibles inconvenientes relacionados con su calidad.
En definitiva, la trazabilidad industrial ofrece la opción de acceder a un conjunto de datos esenciales que abarca la historia, uso y composición del producto. Algo que podríamos resumirlo en un concepto clave End to End (de principio a fin).
A lo largo de este artículo, hemos resaltado la relevancia de la trazabilidad en múltiples industrias. No obstante, lo más destacado es que la trazabilidad no solo asegura la calidad de los productos, sino que también cumple con las expectativas de los consumidores y los requisitos establecidos por las autoridades gubernamentales.
A través de este sistema, es posible lograr una gestión más detallada y eficaz de los procesos, lo que conlleva a la producción de productos de mayor calidad y a la mitigación de los riesgos relacionados con problemas en este sentido.
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