La óptima gestión logística de una empresa es un factor clave para su productividad, reflejándose en una mayor satisfacción del cliente, además de en una disminución de los costes asociados a esta gestión. Para lograr una correcta organización dentro de un almacén, es importante fijar algunas pautas, como las necesidades del trabajo que allí se realiza y el espacio del que se dispone.
Las ventajas de un almacén eficiente reducen el margen de error respecto al abastecimiento y la distribución, y proporcionan un completo conocimiento de las existencias, lo que se traduce en un mayor aprovechamiento del espacio y los recursos; aumentando la productividad.
Es crucial reconocer que la organización eficiente de un almacén no solo depende de las operaciones internas, sino también de su integración en la cadena de suministro. La coordinación con proveedores y la comprensión del flujo de productos desde y hacia el almacén son fundamentales. Esto incluye establecer acuerdos efectivos con los proveedores para garantizar entregas consistentes y de calidad, y una planificación que abarque toda la cadena de suministro.
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Sean cuales sean las necesidades de tu empresa y tu almacén, en Esnova te ofrecemos todo tipo de soluciones de almacenaje según tipo de medida o carga soportada. Además, nos adaptamos a las necesidades de cada almacén, con un servicio de diseño a medida para el correcto almacenamiento de todo tipo de cargas.
Para aumentar la productividad del almacén, el primer aspecto a tener en cuenta es la organización del espacio. Cada producto o carga debe estar perfectamente señalizado y diferenciado en diferentes áreas (por tipo de producto y tamaño), para que cualquier trabajador del almacén localice de forma rápida y eficiente el producto que necesite.
El diseño y layout del almacén deben considerar no solo la optimización del espacio interno, sino también cómo este diseño afecta y se ve afectado por la cadena de suministro. La elección de infraestructuras y la disposición del almacén deben reflejar las necesidades de productos de alta o baja rotación, y cómo estos interactúan con los procesos de recepción y envío. Un diseño bien pensado contribuye a una mejor organización y fluidez en las operaciones del almacén.
Por supuesto el orden, la limpieza y una correcta comunicación entre los empleados será el punto de partida para aumentar la productividad dentro del almacén.
Dependiendo de cada empresa y sus necesidades, el sistema de almacenaje será totalmente distinto, y es que es muy importante adaptarse al espacio del que se dispone, y por supuesto a la carga/producto que va a ser almacenado.
Los sistemas de estanterías son el mejor modelo para utilizar el espacio tanto de forma horizontal como vertical. En este caso las opciones son muy amplias, desde estanterías para cargas paletizadas, el almacenaje de cargas longitudinales o de carga manual.
Además de una mayor organización gracias al sistema de estanterías, se proporciona más seguridad en la zona para los propios trabajadores y se evitan desplazamientos innecesarios, minimizando el recorrido y pérdidas de tiempo dentro del almacén.
Dentro de la cadena de suministro el ritmo de producción puede variar dependiendo de los trabajadores y el tipo de carga o producto. Determinar de forma muy concreta cada área es importante para maximizar la producción de cada tarea.
La implantación de la tecnología en el sector logístico e industrial es fundamental, sobre todo si se habla de la gestión de un almacén. Para posicionarse frente a la competencia, el uso de avances tecnológicos que disminuyan el tiempo de las tareas y faciliten el trabajo del almacén sumará puntos a la hora de gestionar la organización de la carga/producto.
Además de la automatización y la evaluación continua de tareas, es esencial incorporar un software de gestión de almacén (SGA) avanzado. Este software no solo optimiza las operaciones internas, sino que también facilita la integración con la cadena de suministro, permitiendo una planificación y ejecución más eficientes. La tecnología adecuada puede transformar significativamente la eficiencia del almacén, adaptándose a los cambios y progresos en la industria.
Con esta automatización es muy importante controlar los procesos y sistemas que se lleven a cabo de forma continua. Este control permitirá la mejora y evolución de los sistemas que se utilizan, perfeccionándolos y modificándolos según las necesidades.
La metodología elegida sobre la preparación de pedidos es crucial a la hora de organizar el perfecto funcionamiento del almacén. Y es que las decisiones tomadas, correctas o incorrectas, afectan directamente a la productividad, la gestión de los pedidos y, finalmente, a la cadena de suministro.
Mantener una relación sólida y acuerdos claros con los proveedores es vital para la organización eficaz del almacén. Esto incluye establecer ventanas horarias para entregas, acuerdos sobre la calidad y uniformidad de las cargas, y un intercambio de información fluido. Estos factores no solo facilitan la organización de las entradas y salidas, sino que también mejoran la eficiencia general del proceso de almacenamiento.
Por último, aunque no menos determinante, está la gestión de las necesidades del propio almacén: la gestión del stock. Es necesario organizar a corto/medio plazo, planificando las necesidades de aprovisionamiento actuales pero también futuras del stock. Y es que encontrarse sin existencias en el almacén puede suponer para la empresa la pérdida de venta o gastos derivados de incumplimiento de contrato.
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