La logística integral es un nuevo concepto que busca mejorar la calidad de los productos y el servicio por parte de una empresa.
En el mercado actual -mucho más globalizado y cambiante-, la gestión de los pedidos se ha vuelto un factor clave para ofrecer un servicio completo y satisfactorio a los consumidores.
¿Cómo conseguirlo? Mediante la logística integral, una estrategia que busca la mayor eficiencia integrando todos los procesos y departamentos, con un objetivo claro: entregar los envíos en el menor tiempo posible.
Desde Esnova te contamos cuáles son las peculiaridades de este sistema y los grandes beneficios que aporta a las empresas. ¡No pierdas detalle!
¿Qué es la logística integral?
La logística integral se podría definir como un nuevo modelo de organización y gestión mediante el cual todos los procesos y departamentos están coordinados para redirigir los esfuerzos en una misma dirección.
Se trata de un sistema interdepartamental, es decir, en él confluyen todos los departamentos de la compañía fomentando así unas gestiones operativas mucho más fluidas y eficientes.
Este nuevo modelo surge como una necesidad frente al incesante e irrefrenable cambio en los modelos de negocio y en el estilo de compra de los usuarios. Además, se presenta como una gran ventaja competitiva frente al resto de empresas.
Se trata de un método realmente atractivo para empresas que presentan un gran número de pedidos de diferentes tamaños formados por pocos artículos y que deben ser entregados en un plazo de 24 horas.
Objetivos de la logística
Los objetivos que persigue esta técnica son principalmente cuatro:
- Fomentar una rápida capacidad de respuesta eliminando los obstáculos en la cadena de suministro y respondiendo con agilidad a los clientes.
- Reducir los costes optimizando las tareas y los procesos internos.
- Disminuir el inventario desprendiéndose de aquellos elementos que suponen gastos innecesarios.
- Mejorar la calidad del producto ofrecido durante todas las fases del proceso aspirando siempre a la máxima excelencia.
Funciones de la logística integral
La logística integral debe cumplir una serie de funciones, éstas serían las principales:
- Organización del almacén. La organización del espacio es un aspecto fundamental a la hora de optimizar los tiempos y la gestión. Cuando un almacén dispone de una buena organización, los operarios realizarán sus tareas de forma más ágil y la entrada y salida de mercancías será óptima, reduciendo con ello los plazos de entrega.
- Preparación y ejecución de pedidos. La segunda función también tiene especial relevancia. Una correcta preparación de los pedidos supondrá además de una reducción de tiempos, una buena atención al cliente.
- Optimización del almacén. El espacio de almacenaje debe estar perfectamente catalogado y estructurado por categorías de productos, así encontrar las referencias que se buscan será mucho más sencillo.
- Recepción de envíos. Por último, debemos hablar de la importancia que tiene la recepción de pedidos. En esta fase, la gestión de los plazos establecidos con los clientes es fundamental para no excederse en el tiempo.
¿Cómo implementar la logística integral en una empresa?
Para implementar este sistema en una empresa es necesario tener en cuenta ciertos aspectos:
- Disponer de una rápida capacidad de reacción frente a problemas o inconvenientes que surjan durante la gestión.
- Cuidar y mejorar la relación comercial entre clientes y proveedores, ya que ambos juegan un papel protagonista en la cadena de suministro. Sin ellos, alcanzar los objetivos será una tarea casi imposible.
- Tener facilidad para interpretar los datos relevantes durante la cadena de suministro.
- Buscar la máxima trazabilidad y comunicación entre los agentes que intervienen en la cadena de suministro.
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Beneficios de la logística integral
La aplicación de la logística integral en los diferentes departamentos y flujos de trabajo reporta importantes ventajas como:
- Una mayor rapidez gracias a la agilidad del proceso comunicativo. Este sistema ofrece una respuesta ágil ante posibles incidencias por parte de los clientes en un tiempo mucho menor.
- Disminuye los tiempos de entrega de la mercancía.
- Ahorro de costes. Gracias al conocimiento de la cadena de suministro, se mejoran y optimizan los procesos logísticos, teniendo como resultado una reducción de costes.
- Aporta una mayor flexibilidad. Las empresas pueden gestionar más referencias y adaptarse fácilmente al cambiante ritmo del mercado.
- La gestión del inventario se vuelve más eficiente. Los departamentos disponen y comparten toda la información, lo que se traduce en una gestión altamente eficiente.
- Con todo ello, se mejora considerablemente la calidad del servicio ofrecido.
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