Optimizar al máximo la capacidad de almacenaje es un factor esencial para cualquier empresa logística. En este artículo profundizamos en las ventajas de sistema cada día más utilizado: las estanterías push-back, un tipo de almacenaje muy beneficioso para las empresas que tienen múltiples referencias y necesitan un sistema eficiente de organización. ¡Sigue leyendo!
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Se trata de un sistema de almacenaje por acumulación; es decir, que permite apilar varios palés en fondo por cada nivel. Con la ayuda de una carretilla, los palés de cada altura se sitúan sobre un conjunto de carros que los empujan hacia el fondo y se colocan a través de unos carriles.
El mecanismo push-back, cuya traducción literal sería “empujar hacia atrás”, está basado en el sistema LIFO (Last In, First Out). Es decir, en las estanterías push-back, la primera mercancía que sale es la última que se coloca. Así, los nuevos palés van empujando hacia atrás a los que se han colocado primero. Posteriormente, cuando se retira uno de ellos, los que se sitúan detrás se desplazan hacia delante por un sistema de gravedad. De esta manera, siempre habrá un palé en la parte frontal, lo cual simplifica mucho la maniobra de carga y descarga, ya que la grúa no necesita llegar hasta el fondo para descargar la mercancía.
Distinguimos entre dos sistemas de colocación de mercancías en este tipo de estanterías push back, según el sistema de desplazamiento:
Los productos que se van a cargar se sitúan encima de unas plataformas que se mueven en dirección trasera y delantera.
En este caso, el desplazamiento se realiza a través de un camino metálico.
Por norma general, el sistema LIFO no es el que se utiliza con más asiduidad en la mayoría de almacenes y naves logísticas. Lo que a modo coloquial se conoce como estanterías estándar o dinámicas suelen ser las que siguen el método FIFO (First In, First Out), en el que la primera mercancía que entra es también la primera que sale.
Así, la diferencia más significativa entre ambos tipos de estanterías es que las de estilo push-back tienen el mismo hueco estipulado para la entrada y salida de la mercancía. Esto, a su vez, hace que el recorrido sea más corto. En cambio, las estanterías que no siguen este sistema requieren un pasillo de entrada y otro de descarga diferente.
La utilización de estanterías push-back conlleva una serie de ventajas frente al uso de otro tipo de espacios de almacenaje:
El tiempo que los operarios dedican a cargar y descargar mercancía es mucho menor que en una estantería tradicional, ya que ambas operaciones se realizan en el mismo pasillo. Es decir, la carretilla hace un recorrido más corto.
Otra de las ventajas que ofrecen estas estanterías es que permiten almacenar hasta cuatro palés en fondo. Por tanto, la capacidad de albergar cajas se multiplica, lo que permite aprovechar y optimizar el espacio mucho más que en las estanterías de un único nivel.
Las estanterías push-back son perfectas para ubicar una referencia por cada pasillo, lo cual permite tener las mercancías mejor ordenadas, encontrar fácilmente cada referencia y reducir el tiempo que el trabajador tarda en buscarla.
Una de las principales características de este tipo de estanterías industriales es su versatilidad. Resulta más sencillo ampliar la capacidad de carga de estos espacios, puesto que los carros soportan temperaturas de entre -30ºC y 40ºC, y alcanzan una capacidad máxima de carga de 1.500 kg por cada uno.
Es, precisamente, esta gran amplitud térmica que abarcan la que les convierte en una opción perfecta para almacenar distintos tipos de productos, incluyendo los que son en frío o congelación.
La presencia de un mismo canal de carga y descarga requiere que este tenga una mayor resistencia y estabilidad para soportar más peso y más trayectos. Así, las estanterías deben cumplir siempre con los estándares de calidad europeos pertinentes para garantizar la máxima seguridad a la hora de manejarlas.
La unificación del canal de entrada y salida de mercancías simplifica mucho el proceso de almacenaje de cualquier producto. Una sencillez de uso que se traduce en una mayor comodidad para los trabajadores y más productividad al realizar un trayecto más eficiente.
El sistema de almacenamiento que ofrecen las estanterías push-back es una opción especialmente adecuada para sectores como el comercio mayorista, el gran consumo, alimentación o farmacéutico. Se trata de un sistema idóneo para acumular mercancía que cumple unas circunstancias muy concretas:
Tal y como has podido comprobar, las estanterías push-back necesitan reunir una serie de condiciones que garanticen la estabilidad, seguridad, versatilidad y resistencia que requieren. Por lo tanto, es imprescindible recurrir a proveedores especializados en almacenaje industrial que sean expertos en fabricar este tipo de soluciones de almacenamiento personalizadas.
En Esnova contamos con una trayectoria en el sector que ya suma más de 50 años, y a día de hoy seguimos a tu disposición para ayudarte y aconsejarte sobre el mejor tipo de almacenamiento que necesites.
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