Lo que conocemos como estanterías para bobinas es, en realidad, un método de almacenamiento pensado para guardar mercancía con forma cilíndrica. Para optimizar el espacio de almacenaje y facilitar la manipulación de dicho material, las estanterías portabobinas deben tener unas características muy específicas. En este post te contamos cuáles son. ¡Sigue leyendo!
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Las estanterías para bobinas, también conocidas como bobineros o portabobinas, sirven para almacenar cualquier tipo de mercancía que tenga forma cilíndrica. Por ejemplo, la chapa, telas, cables o cuerdas, entre otras. Por lo general, estos materiales se enrollan en una bobina grande que se deposita en este tipo de estructuras.
No obstante, hay que tener en cuenta que el material que se almacena de esta forma suele ser de uso habitual. Es el caso, por ejemplo, de un rollo de papel, que se suele utilizar a diario. Por ello, debe contar con un sistema de almacenaje que facilite el acceso a estas bobinas y que esté diseñado para evitar cargarlas y descargarlas constantemente.
Los bobineros son estructuras formadas por un conjunto de vigas metálicas verticales atravesadas por otras más pequeñas horizontales donde se insertan los rollos del material en cuestión.
Además de la facilidad de acceso, las estanterías para bobinas cuentan con otra serie de ventajas que enumeramos a continuación:
El mecanismo con el que están diseñadas estas estanterías hace que sustituir una bobina por otra o introducir una nueva sea realmente sencillo. Por otro lado, es posible modificar la altura de los módulos, algo fundamental para optimizar el espacio en función de la altura y tamaño de cada bobina.
El diseño que suelen tener estas estanterías está pensado para actuar como si se tratase de un portarrollos muy grande. Así, entre las barras metálicas que delimitan la estantería se colocan diversos travesaños en horizontal que las unan, en lugar de baldas tradicionales para apoyar mercancía. Es en estas varas donde se introduce el rollo o bobina, de manera que puedes desenrollar la cantidad de material que quieras directamente desde la estantería.
Teniendo en cuenta esta estructura, que suele ser metálica, las estanterías para bobinas están diseñadas para soportar materiales de gran peso, evitando a los trabajadores cargar continuamente con las bobinas más voluminosas.
Las bobinas pueden ocupar una gran cantidad de espacio en un almacén si no se depositan en las estanterías adecuadas. Por ello, los portabobineros son una buena alternativa para aprovechar al máximo el espacio, ya que, en una misma estantería, se almacenan varios rollos.
Por otro lado, cuanto más alta sea la estantería, más bobinas podrás almacenar en ella, una solución interesante si no dispones de muchos metros de superficie.
En función de las bobinas de materiales que más utilices, podrás colocarlas a la altura adecuada para que los operarios de almacén tengan acceso a las que usan con más asiduidad de manera fácil, sin necesidad de agacharse mucho o subirse a gran altura.
Los largueros y las vigas que conforman las estanterías para bobinas ofrecen más resistencia y estabilidad al material que en ellas se inserta. Esto, a su vez, se traduce en un mecanismo mucho más seguro a la hora de manejarlas, impidiendo que se caigan o que sea necesario más de un trabajador para manipularlas. Y, por otro lado, el material del que están hechas es más resistente a los golpes.
A continuación, te explicamos algunos de los tipos de estanterías para bobinas más comunes que puedes encontrar:
Como su propio nombre indica, la trayectoria de las cuatro vigas metálicas forma un trapecio, ya que las dos patas delanteras están ligeramente inclinadas en oblicuo, abriéndose por la parte inferior y estrechándose por la parte superior.
Este tipo de portabobinas está especialmente indicado para bobinas pequeñas y de poco peso, que se puedan cargar de forma manual sin grandes contraindicaciones.
En este caso, el bobinero ofrece más grado de resistencia, por lo que es perfecto para sostener bobinas de más peso o para alinear diferentes módulos. La diferencia es que el sistema de conexión con la bisagra es doble, para reforzar la resistencia que puede tolerar.
Si vas a optar por un bobinero de este tipo, lo ideal es que coloques las bobinas que más pesan en la parte inferior, para repartir el peso de manera más coherente.
El bobinero recto suele estar más indicado para bobinas que tienen el mismo tamaño sin que sea excesivamente grande. En este caso, las cuatro vigas metálicas están dispuestas de forma recta, sin producir ningún ángulo en alguno de los lados.
La elección del tipo de bobinero que sea más adecuado para tu empresa dependerá de las características del espacio disponible y del tipo de mercancía que vayas a guardar. Por ejemplo, debes tener en cuenta la superficie de suelo que puedes dedicar al bobinero. Si no es mucha, quizá sea interesante elegir una estantería más alta en la que puedas optimizar más cantidad de espacio.
Otro aspecto al que debes prestar atención es al tamaño y peso de las bobinas que vas a almacenar. En función de si es un tamaño regular o variable entre ellas, escogerás un tipo de bobinero distinto. Por ejemplo, si sueles guardar bobinas de tamaños diferentes -de las que algunas son muy pesadas-, te interesará optar por un bobinero trapezoidal más que por uno recto.
En cualquier caso, es importante contar con proveedores especializados para no equivocarte en la elección. En Esnova te asesoramos para que sepas cuál es la mejor estantería para bobinas según las particularidades de tu casuística.
Los más de 50 años de trayectoria profesional de nuestra empresa nos han proporcionado una experiencia más que suficiente para anticiparnos a las necesidades de las empresas y trasladarlas, en este caso, en forma de estantería para bobinas.
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