Almacenes a cielo abierto: qué son y qué mercancías almacenan

Los almacenes a cielo abierto tienen una serie de ventajas sobre otros tipos de almacenes, como los almacenes cubiertos.

Dependiendo de las necesidades de cada empresa y del producto que se trabaja, existen multitud almacenes logísticos.

Hoy queremos hablarte del almacén a cielo abierto, una modalidad muy elegida por grandes y medianas empresas para almacenar de forma eficiente y económica productos de gran peso y envergadura.

Descubre las características más reconocibles de este tipo de almacenes.

¿Qué es un almacén a cielo abierto?

Los almacenes a cielo abierto son espacios que pueden almacenar todo tipo de mercancía, generalmente productos de gran tamaño.

La característica principal es que no hablamos de una edificación como tal –no existen paredes ni techo-, sino que las propias estanterías se encuentran al aire libre sin otra mayor protección que la de vallas o marcas en el suelo que delimiten el espacio.

Este tipo de mercancía suele permanecer largos periodos de tiempo almacenada.

Para protegerla, se cubre con lonas o plásticos además de que algunas estanterías de almacenaje están provistas de techos para evitar las inclemencias del tiempo.

Mercancías más comúnes en almacenes a cielo abierto

La mercancía almacenada es habitualmente de gran volumen y, aunque puede tener un gran valor, los costes de mantenimiento de un almacén abierto se reducen porque la superficie en exteriores es, generalmente, más económica.

Los productos más habituales que se pueden encontrar en un almacén a cielo abierto son:

• Material de construcción
• Material industrial
• Bobinas o tubos de plástico o metal
• Láminas de chapa o alambre
• Productos a granel o madera (siempre correctamente embalados y protegidos)

Modos de implementar almacenes a cielo abierto y factores a tener en cuenta

Las características de un almacén exterior y a cielo abierto son particularmente distintas a los de almacenes de interior: la meteorología, el método de almacenaje o la propia seguridad de la carga (caídas, roturas, robos…)

Por ello, antes de iniciar el diseño del nuevo almacén abierto es necesario tener claras algunas de las siguientes características que determinarán desde la ubicación al tipo de estanterías:

1. Tener en cuenta las condiciones ambientales. Es importante analizar al detalle la meteorología habitual de la zona. No será lo mismo una ubicación con mucho sol y altas temperaturas, que un entorno lluvioso y con mucha humedad. Tener en cuenta las temperaturas máximas y mínimas marcará la diferencia a la hora de mantener en perfecto estado el producto. Por ejemplo, quizás un producto que se conserva en buenas condiciones en lugar seco, podría deteriorarse si lo conserváramos en uno con mucha humedad.
2. Valorar el riesgo de robos o hurtos. Aunque hablamos de mercancía de gran volumen y peso, el riesgo de robo siempre es un hecho. El valor del producto, la exclusividad… Todo deber ser analizado para decidir cuáles serán los sistemas de seguridad más apropiados (alarmas, personal de seguridad, vallado, etc).
3. Adecuar la elección de las estanterías según la meteorología del lugar. Las estanterías son una de las partes fundamentales en este tipo de almacenes. Deben ser dinámicas, pero muy resistentes y generalmente deben estar creadas para soportar bien las altas y bajas temperaturas además de la corrosión.
4. Prestar atención a la señalización e iluminación. La señalización e iluminación en un almacén de estas características debe ser importante sobre todo porque dependerá de la luz solar que en ocasiones puede ser baja. Por otro lado, la limpieza y la buena señalización aportarán mayor seguridad al recinto.
5. Tener en cuenta el tipo de maquinaria que será necesaria. Al tratarse de materiales voluminosos, antes de diseñar el espacio del almacén hay que tener en cuenta el tipo de maquinaria que se va a utilizar para que los movimientos y desplazamientos sean seguros y eficientes.

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Sistemas de almacenaje: ¿cuáles son los más adecuados para exterior?

Las estanterías más utilizadas en exteriores son las cantilever para cargas largas o de gran volumen y las estanterías convencionales para pallets. Pero ¿por qué este tipo de estanterías y no otras?

• Estanterías cantilever. Están específicamente diseñadas para el almacenamiento de productos pesados y de gran volumen y son el sistema más elegido por las empresas en almacenes al aire libre. Su acabado galvanizado, las hacen realmente resistentes a la humedad y la lluvia.
• Estanterías para pallet (sistema convencional). Son realmente dinámicas y además de una fácil instalación, su resistencia y versatilidad, las convierten en la solución perfecta para este tipo de espacios.

Almacenes semiabiertos

Dentro de los almacenes a cielo abierto debemos mencionar los semiabiertos. Aunque se encuentran en el exterior, los productos que aquí se almacenan sí necesitan protegerse de alguna forma de las inclemencias del tiempo, sobre todo, de la lluvia.

En este caso, si disponen de techo y al menos una pared, aunque una de las partes está totalmente al descubierto.

¿Qué productos se almacenan? Piezas de automóviles, maderas, elementos de construcción más delicados…

¿Quieres implementar un almacén al aire libre? ¿Aún tienes duda sobre este sistema? En Esnova estaremos encantados de atenderte, no dudes en llamarnos.